La realidad es lo que tiene, que es
rematadamente terca. Los que tenemos el vicio de pensar sufrimos especialmente
este hecho, por prepotentes e ingenuos. Los que piensan poco, por el contrario,
además de que eso de que la realidad les contradiga les sucede con cierta
frecuencia, tal extremo les importa un pito: “vale, pues será como dices; y ¿qué más da?” Pero los aficionados
a darle al coco nos quedamos bastante descuadrados cuando suceden esas cosas. Tanto
razonar, tanto argumentar, tanto barajar hipótesis y discernir conclusiones
lógicas… y al final, va la realidad y se pasa todo aquello por el mismísimo
arco del triunfo, rematando en un resultado absurdo, incoherente.
Lo que ha pasado en las elecciones
andaluzas del domingo es un magnífico ejemplo.
Qué desconcierto ¿verdad, Mariano? La
recuperación económica es un hecho indiscutible, los datos están ahí. Cogiste
un país hecho trizas por la incompetencia de los socialistas y lo has levantado
a pulso. Se acabó la sangría del paro. España crece de nuevo, ¡y más que
Alemania! Los rescates y ese tipo de mandangas son historia. Nuestra deuda se
la rifan. El dinero vuelve. Y si la cosa no va aún mejor en sitios como
Andalucía, es porque allí todavía no has conseguido bajar de sus poltronas a los
sociatas, que llevan robando más de treinta años. Pero ya has escogido a tu paladín,
a tu delegado. Los andaluces lo saben y desean el cambio. El vuelco es
inminente e inevitable ¿verdad, Mariano?
Qué desconcierto ¿verdad Rosa, Albert,
Miguel Ángel…? (sí, yo también): ¿cómo íbamos a imaginar que a buena parte de los
andaluces les da igual eso de la corrupción? ¡Pero si les han estado quitando
el dinero a los parados para metérselo en sus bolsillos, si tienen más
imputados que la mafia, incluidos dos expresidentes de la Junta…! Anticorrupción
investiga el destino de más de ¡SEIS MIL MILLONES DE EUROS…! ¿Cuántos casos de
corrupción han salpicado a UPyD? ¿y a Ciudadanos? Pero corrupción aparte, ¿cómo
no va a ser conscientes los andaluces de que tras 32 años de gobiernos del PSOE
—periodo que abarca los “reinados” de Felipe González, de Aznar, de Zapatero y
de Rajoy— Andalucía sigue a la cola de España? Algo tendrán que ver los gobernantes
andaluces, digo yo, ¿verdad Rosa, Albert, Miguel Ángel…?
Seguro que debe de haber otro buen
montón de pensantes desconcertados ante la terca realidad. Los de Podemos se
iban a comer Andalucía con aceite y pan; y ciertamente se han llevado un buen
bocado del pastel -un 15%- pero los de La Casta aún continúan disfrutando de
la mayor porción: si sumamos PP, PSOE e IU, casi el 70%..
Los de IU no se si se han agrupado
todos en el naufragio final, pero creo que ni ellos mismos se esperaban que las
olas fueran tan grandes: Andalucía era su último bastión. Probablemente, a
estas alturas ellos mismos ya saben que son historia.
Para no dejar fuera a nadie entre los
desconcertados, aunque sea por el ángulo contrario, también habría que meter en
el saco a Ciudadanos: ya sabían que la gente se iba a acordar de ellos; pero
pasar de la nada al 10%... ni en sus mejores sueños.
En vista de todo lo anterior, y
dejando atrás eso de tener o no razón, lo que la terca realidad nos está
contando en este caso en concreto acaso se parezca a lo siguiente:
- El peso del clientelismo, junto a la inercia y a lo que no deja de ser una actitud conservadora (“mejor me quedo como estoy, no vaya a ser que…”), son los argumentos de mayor peso en el electorado andaluz.
- La gente no sabe repartir responsabilidades, distinguir a quién corresponden qué culpas y qué méritos. Desde esa falta de perspectiva, muchos de los que lo están pasando mal, que son muchísimos, han decidido castigar “a los que mandan”, así, en genérico y en abstracto; y esos, hoy en día, son los del PP.
- Los más desafortunados, y emocionalmente de derechas o de centro, se han arrojado a los brazos de Ciudadanos, para castigar a Mariano, pero sin arriesgar en exceso.
- Los más desfavorecidos, y emocionalmente de izquierdas, se han arrojado a los brazos de Podemos, ya sea venciendo su pasotismo tradicional (muchos vienen de la abstención), o para castigar el servilismo e inoperancia de IU. Y lo de arriesgar más o menos… ¿dónde está el riesgo?: cuando no tienes nada, nada puedes perder.
- Los de UPyD se han quedado para la mayoría en ni chicha ni limoná, pues la parte de su discurso que les hace diferentes de los grandes de siempre ha sido básicamente absorbida por los nuevos partidos, que además reúnen el aliciente de la novedad.