Se ha abierto el tarro de mi cerebro, y lo mismo ya no hay quien lo pare. Va la segunda reflexión:
"Vivir el presente tiene regular fama, pues sistemáticamente se asocia a una especie de irresponsabilidad festiva, como la de la cigarra frente a la hormiga. Pero saborear el presente, ser plenamente conscientes de él, de eso que indefectiblemente sí es algo (¿qué son el pasado y el futuro, si no nostalgia y quimeras?), tiene más posibles enfoques, igualmente sabios y útiles. Por ejemplo: cuando estés en medio de la tempestad no te plantees superarla o atravesarla: tan sólo, ser capaz de resistir la ola que en ese momento se abate sobre ti. Solo eso. Todo eso. Si sigues respirando, es que has ganado. Y la batalla de mañana, ya la librarás mañana."
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