Como ya anuncié en el caralibro (para
los angloparlantes, facebook), está prevista la realización de un referéndum en
mi casa, relativo a la adhesión de España a la República Federativa do Brasil. Inicialmente,
el día escogido para la consulta era el sábado 26 de septiembre, pero desde la
Junta Electoral Central se nos ha instado a cambiar de fecha, para evitar
coincidir con la jornada de reflexión de las elecciones autonómicas catalanas.
No estoy seguro de cuál es la razón de
fondo que ha motivado la intervención en este asunto de la Junta Electoral
Central (en el comunicado que nos remitieron se aludía a posibles
interferencias conceptuales entre ambos procesos electorales), pero como en
esta casa somos muy respetuosos con la legalidad vigente —sea esa la que sea en cada momento— pues
hemos decidido cambiar la fecha del referéndum, y éste pasará a realizarse EL
DOMINGO 20 DE SEPTIEMBRE.
La campaña electoral se encuentra en todo
caso en pleno apogeo. Anoche, mis dos hijos —declarados partidarios del SI—
decidieron vestirse con el uniforme de la canarinha y montar un pequeño
carnaval en el cuarto de estar; aunque éste duró inevitablemente poco, porque
hoy tenían clase y porque su madre —activa militante por el NO— apareció para mandarles a la cama vestida de faralaes, usando su DNI como peineta (sólo hace dos años que lo tiene,
y en cuanto puede lo saca), y bailando un extraño hibrido que mezclaba
sevillanas, jota y rumba catalana.
Antes, durante la cena, tuvo lugar un
profundo y acalorado debate. Yo, desde mi consabida perspectiva poliédrica, argumenté que
aunque la pertenecía a la UE ofrecía teóricamente buenas expectativas, lo cierto
era que ese club estaba cada vez más en entredicho, por su evidente falta de
unión para asuntos clave (ejemplo palmario: la actual crisis de los
refugiados), y el empeño de casi todos los países en no ceder soberanía. Por
otra parte, también consideraba lógicas las ilusiones que despertaba en nosotros
Brasil, nueva potencia emergente sobrada de todo tipo de recursos…
Frente a mi discurso, el mayor de mis
hijos ofreció un mensaje mucho más preciso: “Papa: Brasil cinco mundiales y
España uno ¿Hacen falta más datos?” El pequeño, aprovechando que salía el tema,
preguntó que si se podía hacer algo para que Neimar viniese al Madrid, pero le
explicamos que ese asunto tendría que quedar para otro debate.
Mi mujer, que como ya he comentado
lidera la opción por el NO, también se extendió algo más que nuestros hijos en
sus argumentaciones: que si teníamos una visión idealizada y simple de Brasil,
que nada tenían que ver el occidentalizado sur y el africanizado nordeste, que si
su ingente riqueza estaba fatal repartida, que si la picaresca popular y la
corrupción institucional eran aún varios puntos superiores a lo acostumbrado en
Europa… y como resumen, concluyó, a modo de sentencia: “vocês estão querendo
pular da frigideira para cair no fogo”. Os lo traduciré, para los que aún no
seáis lusoparlantes (cosa que probablemente cambiará pronto) “vosotros estáis
queriendo saltar de la sartén para caer en el fuego”.
Como puede comprobarse, los ánimos
están bien calientes, aunque en todo momento se respetan los buenos modos y las
formas democráticas, las cuales se encuentran en la base del derecho a decidir
que sustenta esta consulta.
En breve os daré desde aquí nuevas
noticias sobre el Proceso. Y el domingo 20, en primicia, resultados del
escrutinio.
Lo dicho: hasta la próxima… si no es
antes.
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