Con independencia de las creencias de cada cual, la Navidad es universalmente
aceptada como la fiesta de la paz, la ilusión, los buenos deseos y los buenos
sentimientos. Es el día en el que todos estamos autorizados para ser John Lennon,
e imaginar sin pudor el más idílico de los mundos. Desde esa perspectiva ¿cómo
es posible que alguien pueda difundir la imagen siguiente?:
“No sé si soy capaz de imaginar un
acto de mayor perversión moral que felicitar la Navidad haciendo posar a tu
hijo pequeño empuñando una máquina de matar personas. Instintivamente, pienso
que algo así sólo puede ser obra de un psicópata, de alguna clase de enfermo
mental. Pero me temo que no: se trata de la congresista estadounidense republicana
por Nevada Michele Fiore.
Michele: mientras exista gente como tú
no podrá haber una sola Navidad feliz. Mientras tu paleolítica perspectiva de “el
fin justifica los medios y sólo los míos importan” no quede atrás, la felicidad
seguirá siendo un sueño inalcanzable para los tristes habitantes de este
planeta”.
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