sábado, 16 de mayo de 2015

SENTENCIA 1/2015, DE 16 DE MAYO, DEL TRIBUNAL PLANETARIO, RELATIVA A LAS DROGAS

PREÁMBULO
Con fecha 3 de mayo de 2015, fue presentado en las Oficinas Centrales de este Tribunal escrito firmado por la Comisión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, instando resolución respecto a un asunto que la referida Comisión entiende como Universal, de ámbito no exclusivamente penal y naturaleza adecuada para el análisis, consideración y sentencia por parte del Tribunal Planetario: Las Drogas.
Cumpliendo con los estatutos y procedimientos del preste Tribunal, el asunto planteado por la Comisión ha sido objeto de serenos y profundos análisis durante el pazo preceptivo de dos semanas.
En un lugar cualquiera del Planeta Tierra, pero universalmente accesible en la actual era de la globalización de la información, el TRIBUNAL PLANETARIO, reunido en pleno, dicta la presente SENTENCIA.
RESULTANDOS
1º Cabe definir como drogas a aquellas sustancias capaces de alterar el estado de conciencia y capacidad de percepción de quien las ingiere.
2º Es un hecho científicamente incuestionado que son numerosas las especies animales que hacen uso de drogas. En las especies más evolucionadas es igualmente incuestionado que ese uso es deliberado.
3º El Homo sapiens sapiens, como otros primates superiores, viene haciendo uso de las drogas desde su origen, y todo apunta a considerar que ese rasgo comportamental proviene de ancestros anteriores a la aparición de su especie, al igual que el dominio del fuego o la fabricación de utensilios.
4º Desde la noche de los tiempos diferentes tipos de drogas han formado parte del acervo cultural de las sociedades humanas, siendo usadas como vehículos en ceremonias sagradas o profanas para propiciar estados anímicos acordes a los ritos, celebraciones o conmemoraciones que en cada caso correspondiesen. El cannabis entre mesopotámicos e hidúes, el peyote y la ayahusaca en las sociedades precolombinas, o el vino entre las comunidades greco-romanas primero, y cristianas después, pueden ser buenos ejemplos al respecto.
5º Las drogas abandonan el espacio ritual y van ganando terreno en la cotidianeidad a medida que las sociedades evolucionan hacia el confort. En las sociedades evolucionadas, la supervivencia deja de ser el objetivo prioritario del individuo, pasando a serlo la vivencia de experiencias singulares y motivadoras; y en ese ámbito, la alteración del estado de conciencia propiciado por las drogas se convierte en una sugestiva opción.
6º Los efectos colaterales de la mayoría de las drogas, y en particular su carácter adictivo y su capacidad para deteriorar la salud, hacen que el uso individual y meramente experimental de las mismas, al margen de ritos o de esferas en las que el empleo de este tipo de sustancias tiene historia recorrida, acabe siendo un serio problema tanto a nivel individual como colectivo. Pero en realidad eso es algo relativamente reciente, como se expone en el punto siguiente.
7º Aunque local o puntualmente el abuso de las drogas haya podido ocasionar problemas de cierta consideración, éstos nunca llegaron a ser de auténtico calado hasta mediado el siglo XIX, momento en el que se solaparon procesos como los siguientes:
  • Elaboración sintética de drogas derivadas: del opio la morfina y la heroína; de la coca la cocaína., etc. Estas nuevas sustancias carecían obviamente de tradición o de algún tipo de referente capaz de encauzar un posible uso que evitase o minimizase los problemas de salud y adicción.
  • Incremento del nivel de confort de las sociedades, el cual determina un mayor interés por la experimentación.
9º Cuando las drogas pasan a constituir un auténtico drama social y planetario, pese a llevar entre los humanos desde antes de existir como especie, es cuando a los procesos referidos para el siglo XIX —sustantivamente amplificados durante los siglos siguientes— se une un último elemento decisivo: la ilegalización generalizada de la producción, distribución y uso de estas sustancias.
10º En las sociedades actuales, que son las de mayor nivel de confort que ha habido nunca, el interés por la experimentación y los recursos disponibles para acceder a ella están garantizados. Y el hecho de que los productos alteradores de la conciencia, teóricas puertas hacia la experimentación, sean ilegales, dispara geométricamente su valor, con todas las implicaciones que ello conlleva.
11º El efecto conjunto de “producto de mercado de elevadísimo valor/producto ilegal”, convierte a las drogas en el instrumento perfecto para financiación, subsistencia y existencia de todo tipo de estructuras criminales, ilegales o alegales. Al mismo tiempo, subsume a los países productores de drogas en una economía sin alternativas, pues los agricultores no pueden optar por otros cultivos que son incomparablemente menos rentables. Y en las zonas de consumo, posibilita la existencia de bolsas insondables de miserables sin alternativas, pues a legiones de infelices mercadear con la droga siempre les resultará más rentable que aprender un oficio tradicional y ejercerlo.
CONSIDERANDOS
No parece realista interpretar que el hombre pueda cambiar su esencia, al margen de que para algunos extremos pudiera ser deseable. El ser humano jamás dejará de llevar impreso en sus genes el instinto de supervivencia individual, la competitividad, la jerarquía, la fidelidad al grupo… al igual que el altruismo y la generosidad. Jamás podrá renunciar tampoco a su curiosidad, tanto por lo que respecta a la naturaleza del universo como a su propio universo interior. Y eso último incluye una vocación indestructible hacia todo lo que sea experimentación.
2º A la hora de intentar atajar un problema de calado debe buscarse su raíz, huyendo de soluciones que tan solo combatan las ramificaciones o manifestaciones del problema. Pero ha de permanecerse siempre alerta para no confundir las herramientas con el uso que se hace de ellas, asumiendo que, al margen de que éstas necesiten de su debida reglamentación, no se puede pretender que con esa regulación el problema de fondo vaya a quedar resuelto. Ese es, por ejemplo, el caso de las armas, ya sea blancas o de fuego: obviamente, es necesario regular su uso y tenencia; pero es ridículo pretender que una regulación suficientemente estricta —llegados al límite: su prohibición absoluta— podría hacer desaparecer los asesinatos de la faz de la Tierra.
3º Desde comienzos del siglo XX la estrategia mundial aceptada de forma prácticamente unánime hacia las drogas ha sido la de su prohibición y combate absoluto; excepto en los casos de aquellas no sintéticas y socialmente implantadas, cuyo máximo paradigma sería el alcohol en el mundo occidental. Para todo el resto, la consigna ha sido la prohibición total de su producción, distribución y consumo, a nivel planetario. Cabe considerar que esta estrategia parte de un objetivo bienintencionado: evitar a la población, con carácter general, los constatados riesgos de estas sustancias; porque aunque éstos no sean en realidad homogéneos y equivalentes (es absurdo equiparar cannabis y crack), en la mayoría de los casos sí son muy elevados.
4º Pero al margen de criterios altruistas, lo cierto es que a la sociedad no le interesa que sus individuos se droguen, pues los problemas de todo tipo que el uso de estas sustancias acarrea (de salud pública, de seguridad, de baja de la productividad…), no parecen compensables por hipotéticos ataques de genialidad experimentados gracias a estados alterados de conciencia, o a una sustantivo y real mayor nivel de felicidad de sus miembros alcanzado gracias a las drogas, y no alcanzable por otros métodos menos arriesgados.
5º Ya sean la autodefensa social o el altruismo los impulsores fundamentales del proceso, el hecho es que la estrategia planetaria de lucha global contra las drogas tiene un único e incontestable resultado: FRACASO ABSOLUTO. Es probable que jamás, en la historia de la humanidad, se haya hecho un esfuerzo tan grande para cosechar un desastre tan total; con el agravante de que los problemas colaterales ocasionados superan exponencialmente a los que se pretendían combatir: LA LUCHA CONTRA LAS DROGAS NO SÓLO NO HA CONSEGUIDO RESOLVER NADA DE LO QUE PRETENDÍA, SINO QUE HA GENERADO PROBLEMAS INCONMENSURABLEMENTE MAYORES.
RESOLUCIÓN
1º En el plazo de DOS AÑOS a contar desde la fecha de publicación de la presente SENTENCIA, QUEDARÁN LEGALIZADAS A NIVEL PLANETARIO LA TOTALIDAD DE LAS DROGAS Y SUSTANCIAS PSICOACTIVAS, TANTO EXISTENTES COMO DE NUEVA CREACIÓN.
2º Durante los dos años que mediarán entre la publicación de esta sentencia y la legalización planetaria, total y absoluta de cualquier tipo de drogas, los Estados deberán adaptar sus legislaciones, tanto para que éstas den acogida a la presente sentencia como para establecer un marco adecuado para la producción, distribución, control y uso de este tipo de sustancias. Se sugiere, a este respecto, definir en cada caso, como corresponda, medidas que posibiliten el establecimiento legal de los siguientes extremos:
  • Ámbitos y marcos de producción y comercialización de las drogas; se propone integrar éstas en los circuitos alimentario y sanitario, dependiendo del producto que en cada caso se trate.
  • Prohibición absoluta de la tenencia, compra y consumo de estas sustancias por parte de menores de edad.
  • Prohibición de la conducción de vehículos, del uso de maquinaria peligrosa o del desarrollo de actividades laborales bajo el efecto de estas sustancias.
  • Ajuste de los códigos penales de modo que el hecho de estar bajo el efecto de las drogas no sea nunca ni agravante ni atenuante de ninguna acción.
  • Prohibición sectorial del uso de este tipo de sustancias, a ajustar en cada caso (qué sustancias, qué cantidades, en qué plazos, etc.), para profesiones como conductores de todo tipo de vehículos, trabajadores de la salud, seguridad, docencia, etc.
  • Prohibición de la publicidad de este tipo de productos.
  • Prohibición de que los Estados participen en ningún sentido de forma activa y lucrativa de la producción o comercialización de este tipo de productos.
  • Establecimiento de restricciones de la obligación estatal de atender a la salud pública gratuita de los consumidores de drogas, para aquellas dolencias científicamente vinculables a su consumo .

3º Cada Estado podrá adaptar singularmente sus respectivas legislaciones, estableciendo restricciones complementarias a las planteadas en el punto anterior para cuestiones como la prohibición del consumo de ese tipo de sustancias en lugares públicos (por ejemplo, en los países cuya población sea mayoritariamente musulmana, en relación con el alcohol), o el tipo de control sanitario a aplicar a cada producto (atendiendo al carácter natural o sintético del producto, a su elaboración, etc.) Pero BAJO NINGÚN CONCEPTO NINGÚN ESTADO PODRÁ DECLARAR ILEGAL LA PRODUCCIÓN, DISTRIBUCIÓN O CONSUMO DE NINGUNA CLASE DE DROGA. Este extremo es vital para asegurar el efecto planetario que esta SENTENCIA pretende: desactivar por completo y definitivamente el mundo del  narcotráfico.

En cualquier parte de la Aldea Global, a 16 de Mayo de 2015 

Fdo: EL TRIBUNAL PLANETARIO

Hala, y ahora remata la faena el poliedro, libre de formalismos legales.
El otro día vi “Tropa de Élite”, una película del 2007 sobre el Batalhão de Operações Policiais Especiais, selecto cuerpo policial de Brasil dedicado básicamente a la lucha contra el narcotráfico. Según he podido averiguar, la película refleja con notable precisión la realidad; o al menos lo que era la realidad a mediados de los noventa del siglo pasado, que es cuando está ambientada. Me quería morir. Qué horror, a dónde puede llegar el ser humano. A dónde puede llevarnos eso de que “el fin justifica los medios”. Hasta dónde es capaz de llegar la crueldad, el desprecio absoluto por la vida de los demás, por lo ajeno...
Y me asaltó de nuevo un “inside”, una iluminación trivial, porque seguro que es más vieja que Atapuerca y que ya la han tenido miles de veces millones de personas: si las drogas no fueran la fuente infinita de riqueza fácil que son… ¿existirían las favelas? Si un niño pobre de los que ahora mismo vive en una de ellas, no tuviera la opción de trapichear y sacar lo bastante como para ir luego a presumir por ahí, y no le quedara otra que aprender un oficio y ejercerlo para salir adelante… ¿qué pasaría? ¿Qué pasaría si a los agricultores de Afganistán les pagasen más por un buen algodón que por sus cultivos de opio? ¿Con qué se iban a financiar los psicópatas que creen que la mejor opción para esa pobre gente es regresar a la Edad Media? Y si las hojas de coca valieran lo que las de té, y la cocaína lo que el paracetamol, ¿cuánta gente menos moriría atracada, para quitarles lo justo para pagar una dosis? ¿Cuántas guerrillas y grupos terroristas se quedarían sin gasolina y tendrían que echar el cierre?
Se lo cuento a mi hijo, y a sus quince años se asusta un poco y me dice que acaso la legalización absoluta de todo incentivara el consumo… Pero yo, que me parto el pecho para desmotivarle de que vaya por ese camino, le pregunto que si acaso no conoce ya a gente que consume sin mayores problemas, al margen de que lo que se fuman no lo compren en el estanco sino en la esquina, más caro, con menos control sanitario y expuestos además a ir detenidos… Después hablo con el de fútbol, de amigos, de chicas, de música… de cosas que hacen que la vida, la suya y ahora, merezca la pena. Ya tendrá tiempo de experimentos, más adelante. Ahora esas cosas no tocan. Además, y para que todo sea aún más idiota, es obvio que colgarle a algo el cartel de “prohibido”, no hace sino volverlo más atractivo.
El 16 de mayo de 2017 iré al estanco, a ver si puedo comprarme un cogollito de maría. Uno sólo, fresquito y aromático, para fumármelo después con un par de amigos al pie de una montaña, mirando a las estrellas y celebrando las miles de muertes y miserias que ese acto tan ancestral, simple e inocuo, acaso esté evitando.

domingo, 3 de mayo de 2015

La ONU realiza su primer encargo al Tribunal Planetario: las Drogas

La Comisión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por medio de la presente, pone a consideración del Tribunal Planetario la que será la primera Causa sobre la que deberá pronunciarse: LAS DROGAS.(Causa 01/2015)
La sentencia que se solicita al Tribunal Planetario deberá dar una solución global y universal a toda la problemática que se estructura en torno al fenómeno de las drogas.
Se trata de un conflicto con multitud de facetas y vertientes, hecho que ha motivado la existencia de discursos que, aisladamente, resultan totalmente coherentes (la perspectiva de la salud y el desarrollo personal; la de la defensa a ultranza de la libertad individual; la de la economía de mercado; la de su dimensión geopolítica y geoestratégica; enfoques y argumentaciones religiosas; etc.) pero que concluyen en dictámenes y propuestas de soluciones sesgadas e incapaces de satisfacer simultáneamente a la totalidad de dimensiones implicadas.
Se espera del Tribunal Planetario una decisión fundada y argumentada que permita un enfoque global y universal del problema, capaz de dar solución general al conflicto que ocasiona para la humanidad el actual estado de las drogas en el mundo, incluidas sus múltiples implicaciones y colateralidades.
Cumpliendo con las normas que rigen el funcionamiento del tribunal Planetario, la sentencia deberá ser publicada antes de QUINCE DÍAS, a contar desde la fecha de emisión del presente comunicado; lo que se corresponde con el 18 DE MAYO DE 2015.

En New York, a 3 de Mayo de 2015

Fdo: La Comisión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas

viernes, 1 de mayo de 2015

La ONU anuncia la creación del Tribunal Planetario (política ficción)

Tras casi once años de reuniones secretas —ahora se sabe que el proceso se inició el 5 de junio de 2004— la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó anoche la creación del Tribunal Planetario, Organismo autónomo e independiente cuyo cometido será dictar sentencia relativa a problemas y conflictos no penales de índole Universal, sobre los que haya quedado de manifiesto la incapacidad de otros Organismos e Instituciones para alcanzar soluciones definitivas y aceptables para todas las partes en conflicto.

Los 193 estadios miembros se comprometen a aceptar las resoluciones del Tribunal Planetario, así como a articular todos los medios diplomáticos, legales, administrativos y financieros para conseguir que éstas efectivamente se cumplan.
Los conflictos sobre los que se deberá pronunciar el Tribunal Planetario serán exclusivamente los que la Comisión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, nombrada al efecto, presente ante dicho Tribunal. Se adelanta ya en este comunicado que quedarán excluidos como temas objeto de deliberación aquellos excesivamente genéricos, y acaso intrínsecos al ser humano (“el hambre en el mundo”, “las desigualdades sociales”, etc.), sobre los que no cabe esperar sentencia realista ejecutable, más allá de meras declaraciones de buena voluntad, de las que UN ya anda sobrada.
En la selección y nombramiento del Tribunal Planetario ha pesado decisivamente la experiencia acumulada por la Organización en la creación y funcionamiento de otros Organismos de alcance Universal. Resulta evidente que es IMPOSIBLE encontrar soluciones definitivas cuando son varias las opiniones que participan colegiadamente —la unanimidad, en este tipo de cuestiones, es solo un mito— y que tan perniciosa resulta la ignorancia como el exceso de conocimiento, pues el análisis, contraste y consideración de la infinidad de matices concurrentes bloquean indefectiblemente cualquier resolución. Eso no podrá pasar con el Tribunal Planetario, pues desde que la Comisión le comunique el nuevo caso a tratar, dispondrá de un máximo de QUINCE DÍAS para dictar sentencia, la cual será efectiva desde el mismo instante de su publicación, sin posibilidad de recurso ni apelación.
Con el objetivo de garantizar la imparcialidad del tribunal, los 193 estados miembros  de UN se comprometen a velar porque el Tribunal Planetario jamás pueda beneficiarse de los efectos o consecuencias de ninguna de sus sentencias.
Una vez efectuadas las anteriores puntualizaciones, por medio del presente comunicado se informa de que la Asamblea General ha resuelto otorgar la titularidad del Tribunal Planetario a un ente deliberador unipersonal, en el que concurren las siguientes características:
  • Suficientemente culto; pero sin llegar a sabio de ninguna materia
  • Suficientemente implicado con el destino de la humanidad; pero sin estar integrado en ninguna estructura u organización política o social.
  • Suficientemente apasionado; pero sin profesar ninguna fe concreta y refractario ante cualquier integrismo.
  • Suficientemente prudente; pero alejado de las perspectivas meramente contemplativas.
  • Suficientemente mestizo; como para no ser capaz de llamar a nadie “los míos”, salvo de forma circunstancial.
  • Amante al tiempo de la tradición y del progreso.
  • Sin nada que perder, porque nada tiene.

El ente deliberador unipersonal elegido es LA PERSPECTIVA DEL POLIEDRO
En un próximo comunicado se notificará cuál es el primer litigio sobre el que el Tribunal Planetario deberá pronunciarse.

En New York, a 1 de mayo de 2015


Fd: La Comisión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas